La reparación de defectos óseos se maneja mediante el uso de implantes de revisión especiales y rellenando los defectos con injerto óseo normalmente tomado de la cresta ilíaca (borde de la pelvis) del propio paciente, lo que requiere un segundo procedimiento quirúrgico invasivo. Sin embargo, el injerto de cresta ilíaca puede provocar dolor en el sitio donante que a menudo eclipsa el dolor de la operación de cadera/rodilla en sí, y la cantidad de injerto disponible es limitada y, por lo tanto, puede no ser suficiente para reparar los defectos creados.

También se puede usar aloinjerto o cemento óseo, pero el aloinjerto conlleva el riesgo de transmisión de enfermedades porque contiene células vivas y el cemento óseo nunca se remodelará en hueso. Además, si se requiere una nueva revisión, será necesario retirar el cemento, y esto inevitablemente también elimina el hueso en buen estado.

CERAMENT ^®  proporciona una opción de tratamiento alternativa atractiva al injerto óseo, ya que se puede inyectar en el defecto óseo durante el procedimiento, sin necesidad de un segundo procedimiento quirúrgico, y se remodelará en un plazo de 6 a 12 meses, lo que permitirá la reposición de la reserva ósea, en caso necesario. se necesitará una operación adicional en el futuro.